El sistema presidencial del gobierno estadounidense produce campañas políticas mucho más apasionados que dan envidia a los países con sistemas parlamentarios. Pero, el discurso magnifico de la Primer Ministra de Australia, Julia Gillard (abajo), nos recuerda que a los estadounidenses que nos dan envidia los sistemas parlamentarios que producen momentos mucho más apasionados en sus parlamentos.
Eso es, en parte porque hay un primer ministro en un sistema parlamentario que forma parte del parlamento y aparece allí para sessiones de control mientras en los sistemas presidenciales, el presidente representa otro poder separado en el gobierno y entonces, aparece muy poco en el congreso.
Por supuesto, en todas las sistemas políticas merecemos políticos igual de apasionados gobernando como en sus campañas. El problema en los EE.UU. es que nunca dejan de hacer campaña: los políticos pasen un medio de 60% de su tiempo recaudando fondos y más cuando están en plena campaña.
Además del sistema, es nuestra cultura. Si Hillary Clinton diera el mismo discurso en el Congreso de los EE.UU. le llamarían estridente. Y Obama lo tiene aún más complicado porque nos da miedo un hombre negro y enfadado y esta idea tiene que ver con el Obama dócil que vimos el miércoles pasado.
Por otro lado, me encanta porque los mujeres sufrimos machismo obvio y sutil todos los días y viene bien ver una de las pocas mujeres liderando un país, defendernos da gusto. (You go girl!)
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