La primera entrevista con Bush tras la publicación de su libro

“Quiero verlo porque quiero saber que no es mala persona” es lo que me comento me madre (que es Democrata) hablando de la entrevista de Matt Lauer con el Presidente Bush que emitió lunes por la noche. Me parecía interesante lo que me dijo me madre porque algo dentro de mi comparte ese deseo de saber que por lo menos era humano detrás de tanta política inhumano.

Curiosamente, nunca he dudado de que “W” sea una persona amable: está claro en su cara pública y la gente que conozco que le han conocido me cuentan la misma, que es mucho más carismático, inteligente y majo en persona. No hace falta ser mala persona para ser malo como presidente. Tampoco la política es blanco y negro: todos tienen sus buenos y malos aspectos.

Lo que ha destacado ya hace días sobre su libro y este entrevista que grabaron en Agosto es su reconocimiento de que aprobó personalmente el uso de “waterboarding”, la técnica señalada como tortura que hace que los victimas piensen que estén hundiendo. Lo que es indignante es su disposición complaciente con sus abogados que le aseguraron que la técnica fue legal.  Según a Sr. Bush, mientras fuera “legal” según a sus abogados, él no tenia que dar mas vueltas—y sabemos a través de otros fuentes que esos mismos abogados liderados por Alberto Gonzáles, trabajaron mucho retorciendo la ley para justificar esos acciones. El Sr. Bush no quería contestar la pregunta de Lauer de que si le parece bien que otro país utilizara esta técnica con prisioneros Americanos.

Tanto la entrevista como la salida del libro han sido retrasadas para no interferir con las elecciones. En Parte 6 de la entrevista hablan del primer plan de rescate “TARP” del sistema financiero. Sr. Bush esta de acuerdo con Lauer en que “abandono el mercado libre para salvar el sistema del mercado libre.” Algo que ha sido el centro del discusión de los “midterms” y la critica hacia el Presidente Obama. De hecho, Lauer y Bush reconocen que un gran porcentaje de americanos piensen que el TARP fue iniciativa de Obama. Su silencio durante los “midterms” ha sido estratégico, político y hipócrita.